viernes, 23 de marzo de 2007

EL DECRETO SUPREMO DE NUESTRA CUECA



La postergación del reconocimiento oficial de la cueca como parte de la identidad chilena, significó un virtual "olvido" legislativo que perduró por décadas y sólo el 18 de septiembre de 1979, bajo el gobierno militar del General Augusto Pinochet, se dictó el Decreto N° 23 que estableció la cueca oficialmente como la Danza Nacional de Chile:"Vistos: lo dispuesto en los decretos leyes Nros 1 y 28 de 1973, y 527, de 1974, y considerando:
Que la cueca constituye en cuanto a música y danza la más genuina expresión del alma nacional.
Que en su letra alberga la picardía del ingenio popular chileno, así como también acoge el entusiasmo y melancolía.
Que se ha identificado con el pueblo chileno desde los albores de la independencia y celebrando con el sus gestas más gloriosas, y
Que la multiplicidad de sentimientos que en ella se conjugan reflejan, no obstante la variedad de danzas, con mayor propiedad que ninguna otra el ser nacional en una expresión de autentica unidad.
DECRETO
Art 1. Declarase a la cueca danza nacional de Chile.Art 2. El estado fomentará, a través de los diversos organismos e instituciones del sector cultural, la enseñanza, divulgación, promoción e investigación de sus valores musicales y coreográficos.Corresponderá al Ministerio Secretaría General de Gobierno, a través de su Secretaría de Relaciones Culturales, velar por el cumplimiento de esta norma.Art 3. El Ministerio de Educación Pública organizará, anualmente, en el mes de Septiembre, un concurso Nacional de cueca para alumnos de enseñanza básica y media cuya organización corresponderá a las respectivas áreas de cultura de las Secretarias Regionales Ministeriales.Tómese razón, comuníquese y publíquese"Luego, el Decreto N° 4.002 de 1980 del Ministerio de Educación, artículo 23, estableció como obligatorio dentro del programa de estudio que los alumnos aprendan danzas folklóricas nacionales como la cueca. Finalmente, el Decreto N° 54 del año 1989 del Ministerio Secretaría General de Gobierno, declaró el 17 de septiembre como Día Nacional de la Cueca. Veremos más abajo, sin embargo, que se cometió un gran error al definir la cueca como "danza", cuando la tradición enfatiza principalmente el canto y la transmisión oral de su letra y música, y no sus aspectos más asociados al baile.
FOTOGRAFIAS LEANDRO SALINAS
TEXTO LIBRO "DECRETO SUPREMO CONSTITUCIONAL"

EL DEBATE HISTÓRICO Y FOLKLÓRICO

EL ORIGEN DE LA CUECA CHILENA HA GENERADO UN INTENSO DEBATE ENTRE LOS INVESTIGADORES Y MUSICÓLOGOS, QUE NO LLEGAN A PONERSE DE ACUERDO SOBRE EL NACIMIENTO DEL BAILE NACIONAL DE CHILE Y SIGUEN CONFRONTANDO TEORÍAS AL RESPECTO. COMO ESTA INDEFINICIÓN ALCANZA TAMBIÉN A TODA LA FAMILIA DE BAILES CONOCIDOS COMO "ZAMACUECA" Y QUE SE DISTRIBUYERON POR EL CONTINENTE, POR CUESTIONES DE ORGULLO NACIONALISTA EL PERÚ HA INTENTADO MINIMIZAR O ESCONDER LA INFLUENCIA QUE TUVO LA CUECA CHILENA SOBRE SU ACTUAL BAILE NACIONAL, "LA MARINERA", LLAMADA HASTA FINES DEL SIGLO XIX COMO "LA CHILENA"
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LEANDRO SALINAS
CANTO A LA RUEDA O CANTO A LA DAIRA
"La belleza del canto a la rueda o canto a la daira, es el equilibrio de la verdad interior. Tiene la medida y el peso de lo justo... debido a que el hombre sacó de la naturaleza los componentes de su arte."
"A lo que nosotros llamamos cueca es el canto a la daira del fabuloso imperio de los árabes que difundió la dinastía de los Omeyas por medio de la escuela de Medina y pertenece a los sones altos de la fiesta de la Zambra. Es una de las formas más difíciles y complejas del compás árabe de 6x8...
Fernando González Marabolí



CUEKHISTÓRICA
Antecedentes básicos para una mejor comprensión de la dimensión histórica de la cueca chilena
NOTA: La "inspiración" teórica de estas páginas está basada en el libro "Chilena o Cueca Tradicional", publicado por Ediciones Universidad Católica, en 1994, obra de un equipo de investigadores dirigido por Samuel Claro Valdés en colaboración con Carmen Peña Fuenzalida y María Isabel Quevedo Cifuentes, el más reciente y completo estudio sobre la cueca, que basa muchas de su conclusiones en las enseñanzas del ex matarife y cultor cuequero Fernando González Marabolí.
Fernando González Marabolí (cantor, ex matarife, heredero vía paterna de toda una tradición en el oficio del canto, maestro fundamental de la chilena o cueca tradicional)
"La cueca de arte grande -la de las fondas de la Independencia, esa que fue sagrada para los Carrera y que a la muerte de Diego Portales se tuvo que ocultar durante 150 años - fue tratada sin piedad y pasó días amargos. Sólo las cárceles, tabernas y prostíbulos fueron refugio seguro para esta joya del arte, la cual ha sobrevivido fuera de la ley, perseguida... clandestina... Prefirió sumergirse en el vino, en las fiestas y tomateras del pueblo, especialmente en caletas o guaridas de la Vega, la Estación y el Matadero, donde se juntan los que no valen nada para el coloniaje..."
F. G. M.
La Chilena, una danza de exportación
Sólo una vez los chilenos hemos exportado alguna moda musical, un estilo, un ritmo, ese mérito lo tuvo la cueca chilena durante el siglo XIX.
Con el nombre de "chilena" la cueca se cantó y bailó -los años que siguieron a la Independencia- en Perú, Bolivia, Argentina e incluso México, donde todavía se le conoce por el mismo nombre entre otros ritmos tradicionales propios.
En Perú llevó el nombre de "chilena" hasta la guerra del Pacífico, cuando un destacado escritor limeño sugirió llamarla "marinera" en honor a las glorias navales de ese país.
La cueca es urbana
La cueca tuvo su florecimiento en los entornos de las ciudades y también en los puertos: Santiago, Valparaíso, Coquimbo, San Antonio,vivieron lo mejor de la cueca chilena junto al desarrollo de una vida alegre muy representativa de la chilenidad más profunda.
Una forma de vida, una manera de ser chileno -que a mí modo de ver- describe magistralmente Joaquín Edwards Bello en su novela El Roto.
La Chingana
La chingana puede describirse como la cuna de la cueca.
Eran construcciones de ramas, con mesas en su interior, algunas tenían escenario para los músicos. Era el centro social del roto, el afuerino, el huaso.
El pericón, zapatera, llanto o zamacueca, todos "bailes de la tierra", eran los ritmos que se podía escuchar en las chinganas.
"1818-1823 Las chinganas más antiguas fueron las de Ña Rutal y de Teresa Plaza, a las que se agregaron El Parral de Gómez, Baños de Huidobro y El Nogal, que incluía un escenario. Famosas fueron las hermanas Tránsito, Tadea y Carmen Pinilla Cabrera, que instalaron una fonda en Petorca, a una cuadra de la plaza, y que, trasladadas a Santiago, actuaron en el Parral de Gómez y en el Café de la Baranda, situado en la calle Monjitas, a una cuadra de la Plaza de Armas. "La Petorquinas", como se las conoció, tuvieron tanto éxito, que la capital se cubrió de chinganas de SanDiego hasta San Lázaro. Además, fueron incluidas bailando cueca en la primera temporada de ópera que se organizó en Santiago."
("Oyendo a Chile" de Samuel Claro Valdés)

WWW.CUECA CHILENA.CL/CANTOA ALA RUEDA

POCO DE HISTORIA





El arte de cuequear: identidad y memoria del arrabal chileno
A Hernán Núñez Oyarce y Los Chileneros, maestros de la cueca
Rodrigo Torres A.Universidad de Chile
En el ‘tiempo de la nación’ que inevitablemente ha comenzado a activar la celebración del bicentenario, y cuando se la libera de su domesticado cautiverio de ‘objeto típico’, la cueca pone en el aire ecos y pulsiones de su naturaleza más profunda. Entonces se hace cuerpo y se percibe en clave de cueca. En esta comunicación abordaré la cuestión de las identidades regionales -tema de este encuentro- en referencia a una tradición de la cueca arraigada especialmente en Santiago: la cueca chilenera, género-espejo donde una parte de nuestra sociedad se mira y construye una mirada sobre sí misma . Para entrar en este campo parto desde un hito singular: el evento donde los cuequeros chileneros debutaron representando oficialmente a la música nacional. La querella de las cuecasHaciendo parte de la gala artística con la que se celebró la asunción del presidente de la república Ricardo Lagos -el 12 de marzo de 2000 en el Centro Cultural Estación Mapocho-, el conjunto Los Chileneros cantó en el escenario tres pies de cueca al tiempo que bailaban la pareja formada por Rita Núñez e Hiranio Chávez, ante más de 4 mil personas, entre ellas 15 presidentes de países invitados y 70 delegaciones extranjeras. Días después, el 14 de marzo, en la Cámara de Diputados uno de sus miembros manifestaba en los siguientes términos su punto de vista sobre esta performance:
"El acto no representó en nada a la música chilena. (…) Tal presentación fue de muy mal gusto, porque no representaba en nada a quienes han sido los más auténticos exponentes de la música chilena." (...) Habiendo gran cantidad de conjuntos folclóricos con tanto prestigio no sólo en Chile, sino en el mundo, el que actuó hizo una presentación similar a lo que ofrece una tanguería, porque más bien parecía una pareja que bailaba tango en lugar de música chilena. A mi juicio lo hizo bien, pero no representaba a nuestro folclor auténtico. Tenemos al Bafochi, el Bafona , los Huasos Quincheros."Remataba su reclamo solicitando que "nunca más se presente, en especial cuando queramos mostrar nuestra música al extranjero, un acto folclórico que no corresponda a lo que es intrínseco, lo básico, lo fundamental. Ojalá no sea ésa la cultura que se va a exponer en Chile en lo que respecta a la música chilena."
También cueca brava, centrina, acarambolada, achaflanada, achiquillada, apianada, atarrada.Ballet Folclórico de Chile y Ballet Folclórico Nacional, respectivamente; son cuerpos artísticos especializados en la proyección folclórica en escenarios.
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Este hecho reactualizaba la polémica en torno a los 'prototipos simbólicos' que definen el ‘ser chilenos’ –en este caso, a través de la música y la danza-, y la pugna sobre su control. Estas expresiones, que argumentan en contra de un tipo de cueca y a favor de otra, considerada más representativa del estatuto de la chilenidad, evidencian sin ambages que en el género cueca coexisten -con notorias fricciones-, a lo menos dos estilos, dos tradiciones, dos identidades. Una de ellas, desusadamente ausente en ese acto oficial, es ampliamente conocida y arraigada en el imaginario nacional como prototipo de la música típica chilena. La otra, insólitamente presente en un acto de esa naturaleza, ha sido ampliamente ignorada aunque sí está profundamente arraigada como expresión urbana popular del género, voz de los suburbios que cuando sube al escenario del poder -como en dicha ocasión-, pone en tensión el ‘tiempo de la nación’ y sus emblemas. El modelo de cueca que el citado comentario invoca como auténtica expresión de la música nacional es, en breve, un estilo paulatinamente decantado en el Santiago de las décadas siguientes a las celebraciones del centenario (1910). Por entonces fue una cueca con una apariencia renovada y modernizada, que cristalizó en los años 1930 como nuevo prototipo del género –cabalmente representado por el pionero conjunto Los Cuatros Huasos (1927-1957). Su masiva difusión -especialmente a través de emisiones de radio y la edición de discos- la proyectó en todo el territorio, consolidando su institucionalización y fuerte gravitación en el imaginario nacional. Desde la óptica de tal modelo, asociado a un gusto, a una estética hegemónica, el otro estilo quedó fuera de cuadro. En esta ocasión más que revisitar el discurso construido en torno a las auténticas expresiones y genuinos representantes de la llamada música nacional, me parece más oportuno preguntarse por aquellas tradiciones musicales que éste ha negado o marginado en la penumbra de la cultura nacional representativa. Desde ésta perspectiva es particularmente valiosa la experiencia de la cueca brava o chilenera, núcleo duro y puesta en acto de la identidad y memoria del arrabal chileno.
FOTOGRAFIA DE MARIO ROJAS
TEXTO MARIO ROJAS

DESDE SANTIAGO A CHILE.







De Santiago" al Puerto se llamará el Primer Encuentro de Cueca Tradicional y de Vanguardia, que se realizará mañana en el Teatro Municipal de Viña del Mar, y que reunirá a cuatro exponentes de la cueca urbana y porteña, en un evento que tendrá entrada gratuita para el público.
El encuentro juntará sobre el escenario del Municipal viñamarino a los representantes de diversas generaciones de la llamada cueca urbana: Los Paleteados del Puertos, tradicionales exponentes de la cueca porteña, junto con Los Afuerinos, también representantes de la cueca bohemia porteña tradicional; y desde la capital, Santiago Urbano y Mario Rojas junto a su grupo, quienes exploran nuevas sonoridades en el marco de la cueca urbana, incorporando sonidos propios de la música popular y el jazz.
El espectáculo se realizará mañana martes, a partir de las 20.00 horas; el ingreso en con invitaciones, las que pueden ser retiradas en las boleterías del Teatro Municipal.
Durante el evento, el grupo porteño Los Paleteados del Puerto aprovecharán de mostrar su más reciente producción, "Los Paleteados del Puerto: Tradición de la cueca porteña".
LOS PORTEÑOS
Integrada por tres antiguos cuequeros y la pianista Gloria Arancibia, Los Paleteados del Puerto recogen lo mejor de la tradición cuequera de Valparaíso, lo que los ha convertido en uno de los grupos más populares de esta corriente.
El grupo fue formado en 1991 por el legendario arpista Aberto Rey, del dúo Rey y Silva, hoy fallecido. Con la muerte y el alejamiento de otros integrantes, y la incoporación de Gloria y Fernando, el grupo consolidó su actual formación en 1998.
Han participado en innumerables festivales, obteniendo importantes reconocimientos: cuatro veces han ganado el Festival de Cueca y Tonada Inédita de Valparaíso y obtuvieron el segundo lugar en el Festival de Viña, con "Entre cerros y caminos".
La mayoría de los temas del repertorio de Los Paleteados del Puerto pertenecen al nonagenario Hernán "Nano" Núñez; los que han presentado en festivales, son del compositor Fernando Leiva Zegers.
Su primera producción discográfica data de 1991 y se llamó "Alberto Rey y Los Paleteados del Puerto", del sello Sony. Con la misma etiqueta lanzaron, en 1992, "Cuecas electorales". El 2002 volvieron a editar, esta vez en forma independiente, con apoyo del Fondart.
En cuanto a Los Afuerinos, este grupo nacido al alero de la Universidad Santa María se encuentra celebrando sus 20 años de vida. La agrupación se formó en la década de los '80, en la Universidad Santa María, donde alumnos, ex alumnos y funcionarios se reunieron para recoger una tradición folclórica urbana, muy arraigada en la vieja bohemia porteña, pero que estaba en riesgo de extinción debido a abrupto fin de la vida nocturna en el país, durante el régimen militar.
Dentro del grupo Los Afuerinos, hay tres compositores que han dado vida a temas propios del grupo, los cuales han quedado plasmados en los siete discos que han grabado en estos veinte años, bajo etiquetas Altamar, Sony Musica y Polygram.
Con motivo de este aniversario, editaron un disco de manera independiente, con treinta cuecas seleccionadas.
El grupo Los Afuerinos está integrado por Héctor Morales, director voz y guitarra; Luis "Sata" Ponce, voz y acordeón; Alberto Ponce,voz y guitarra; Marcela Castañeda, batería; y Carlos Gil, voz, guitarra y pandero
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